EJEMPLO DE LECCION



CURSO
DE
EDUCACION PARA LA SALUD
- HIGIENE NATURAL PSICOSOMATICA-




ADELITA SALCEDO
Y
JOSE ANTONIO SHA
HEILPRAKTIQUERS








INTRODUCCION

El presente curso está pensado para que las personas que lo realicen, con aprovechamiento, posean un acerbo de conocimientos que les permita conocerse mejor y tomar conciencia de los factores internos y externos que condicionan la salud..

El concepto de salud está en función de la imagen del ser humano que, consciente o inconscientemente hayamos establecido. La nuestra tiene su fundamento en el legado de la Tradición Occidental y en los aportes de la Ciencia Moderna. No comulgamos con las tendencias materialistas, relativistas, subjetivistas que tanto imperan hoy día.

Nuestra imagen del hombre contempla aspectos anatómico-fisiológicos, energéticos, anímicos y espirituales, en dinámica interacción con el Creador, con prójimos y semejantes, y los diferentes reinos de la naturaleza. 

Conseguir un buen nivel en relación con el equilibrio anímico para posibilitar el crecimiento espiritual es fundamental a la hora de mantener o recuperar la salud. Estos aspectos constituyen un trabajo para toda la vida.

Sobre todo el equilibrio emocional, el desarrollo de habilidades sociales, la inteligencia emocional y volitiva, la inteligencia espiritual,  la madurez personal con capacidad para ser responsable, la calidad humana en términos de valores personales, etc. son aspectos muy importantes que ha estudiado muy bien la moderna psicología humanista y el coaching.

Salud es sinónimo de adaptación inteligente, de equilibrio dinámico, de homeostasis… Son muchos los factores que contribuyen a ella. Es bastante difícil mantenerlos todos bajo control. Más una vida sencilla y honrada, viviendo con amor, con fe y esperanza lo hace más fácil.

Adelita Salcedo
José Antonio Sha





TEMA 1

UNA IMAGEN DEL HOMBRE
COMO PUNTO DE PARTIDA

Estudio cuatripartito del ser humano.



         Es evidente que nuestro concepto de salud está en función de la imagen del hombre que previamente hemos establecido, consciente o inconscientemente.

         La nuestra participa de la ciencia actual, teniendo como base el legado de la Tradición Occidental. Tal legado constituye en nuestra concepción la piedra angular, las líneas de fuerza que orientan la ubicación de los diferentes modelos propuestos por las diferentes escuelas y tendencias actuales.

        Se ha denominado a nuestro siglo, con toda razón, el siglo de la ciencia y de la técnica.
    
        Mucho, muchísimo esfuerzo ha sido consagrado al conocimiento y dominio de la Naturaleza y de las fuerzas naturales. El hombre dispone ahora de muchos instrumentos para multiplicar sus fuerzas. Es indudable que todo este esfuerzo nos ha brindado más  bienestar. Pero, quizás , no más felicidad.

        Muchas personas siguen sin tener respuesta a las preguntas mas fundamentales. Mas importantes: ¨¿quien soy?. ¨¿De donde vengo?. ¨¿A donde voy?. ¨¿Cual es el sentido de mi vida?. ¿Qué sucede tras la muerte?.
     
        Observamos cómo cada vez mas estas preguntas esenciales, con el ritmo de vida tan trepidante que llevamos, estas cuestiones fundamentales , se van olvidando. Como si se rechazaran al fondo del subconsciente. Lo cual no evita que emerjan de vez en cuando con redoblada insistencia.

        Las preguntas fundamentales no se detienen ahí. Trascendiendo a su propia individualidad el hombre especula sobre el destino de la humanidad. Surge el problema de la evolución, y con él, el de la creación y de la muerte.

        Volviendo a s¡ mismo procura en vano una explicación de la esencia de su personalidad, de los valores espirituales.

        Algunas escuelas de filosofía modernas enseñan que la "realidad", la "verdad", son otras tantas ilusiones. Todo es relativo, incierto, incognoscible. Es así como la moral y los impulsos sociales pierden su fundamento.

        Ve el hombre, alrededor de sí, el caos social, la imposibilidad de armonizar el campo económico, de disciplinar la política. Se van desmoronando los viejos pilares de la vida en común: autoridad, familia, educación, religión, arte, y verdadera ciencia con conciencia. Vemos a gran parte de la juventud sin ideales, extraviada...

       Las viejas religiones han resistido mal el impacto del racionalismo y de la ciencia. Las respuestas que daban a las preguntas trascendentes dejaron de tener su valor y su fuerza.
 
        Es evidente que el hombre de nuestro tiempo no quiere fe ni creencias. Busca verdades y certeza. Conocimiento.

        Cuanto orgullo encontramos en la famosa respuesta del astrónomo La Place al Emperador Napoleón al cual expusiera su teoría cosmogónica y le preguntó en donde había en ese sistema un lugar para Dios: "Sire, je n' ai pas besoin de cete Hyphotese" -señor, no tengo necesidad de esa hipótesis-.

        Mas la Ciencia trazó un camino que también la aparta gradualmente de la "realidad".
      
        Reduciendo todas las cosas a cantidades, olvidándose de las cualidades, tratando de explicar todos los fenómenos sensibles por medio de leyes y números satisface la inclinación del hombre de comprender el mundo racionalmente. Mas ese mismo mundo queda privado de sus cualidades, que apelan a los sentidos y a los sentimientos, a la intuición, a la inspiración…

        Las últimas explicaciones que nos brinda la Ciencia actual quedan reducidas a corpúsculos -de no se sabe bien que‚- y a fórmulas matemáticas. Hoy, incluso, sabe la Ciencia      que en el campo de lo infinitamente pequeño la observación objetiva es imposible, ya que el observador, por el propio acto de observar con los instrumentos apropiados, falsea los resultados observados.

       Existen corrientes dentro de la Ciencia moderna que postulan ciertos principios extra-físicos. La misma Física Atómica llega a ese extremo -Heisemberg, Capra...- al igual que la Biología -teorías Gestálticas de Worman, Portman...-, van reconociendo que se llega a un punto en que la Ciencia ya no puede avanzar. Está  condicionada por su propio método.

       Para muchos la Ciencia, en cierto modo, se ha convertido en la nueva religión. Pero de ella no dimanan creaciones sublimes, valores éticos, impulsos espirituales...

El hombre, en ese contexto, no se da por satisfecho. Sabe que el Es. Sabe que el está  ahí con sus pensamientos, sentimientos, inspiraciones, dudas, sufrimientos, fe,  esperanza. Tiene la intuición y en muchos casos la certeza de que existe algo más que corpúsculos y fuerzas físicas. Tiene la intuición de una realidad espiritual. El YO, la Novena Sinfonía, La Divina comedia, el Pensador de Rodin, son realidades. Cada pensamiento es una realidad. Cada acto de amor o de ira es algo palpable y el Teorema de Pitágoras le parece, en su abstracción, por lo menos tan concreto como los Cuarks y Leptones de la Física Atómica.

El hombre moderno quiere saber, quiere conocer. Su dignidad de hombre está  en juego si no aspira a ese conocimiento. Sus eternas preguntas siguen en pie. La Ciencia no le da respuestas y la Religión no ha colmado su sed de saber. ¿Volver a la creencia, a la fe ciega?.

Muchos, llegados a ese impase, tienden a refugiarse en cualquier secta que les proporcione una Cosmovisión que les narcotice la conciencia, las dudas y sufrimientos. Experiencias sensacionales, promesas de poderes, se les ofrece como paliativo o diversión, como pseudo respuesta la mayoría de las veces. Van en auge religiones pesimistas antiguas, como el Budismo, con su profusión de fuga de este mundo. Prácticas místicas como el Yoga, camino impregnado de las reminiscencias de una ‚poca remota. Espiritismo, son sus fenómenos sensacionalistas y fuera del control lúcido de la conciencia.

Podemos decir que son bienaventurados los que han encontrado en tales caminos una seudo-solución. Los demás caen en la indiferencia, en el nihilismo, en el pasotismo.

Los hay que manifiestan sin ambages el triunfo del vacío o del sin sentido: Hyppis, Yuppis, Play-boys, post-modernos, son buena muestra de cuanto exponemos.

         Buscamos en las fuentes de la Tradición Occidental para lograr un método de conocimiento que no sea únicamente válido para el mundo mineral, sino también para el vegetal, animal y humano..

         En un texto fundamental de nuestra Tradición, en la Biblia, se nos dice que el Creador formó al hombre de "un poco de tierra". Lo cual es equivalente a decir que el cuerpo del hombre está  constituido por la misma materia que el mundo que le circunda. La moderna química confirma que todos los elementos que integran el cuerpo se encuentran en la naturaleza. Cada vez se ve con mas claridad que todos los elementos de la Tabla Periódica forman parte de su constitución. Ello se va confirmando conforme disponemos de medios cada vez m s sofisticados de análisis. El mismo calcio, hierro, cromo, germanio, galio, vanadio, etc. se encuentran en la composición de ambos. A mayor peso atómico menos cantidad existe en nuestro cuerpo.

        Estas sustancias están en el cuerpo y salen de el en un flujo continuo, ya sea por medio de la alimentación o por la respiración.

        De igual modo todas las energías que podemos encontrar en la naturaleza están presentes en el ser humano.

        Los procesos de metabolismo son cada día mejor conocidos. La Ciencia materialista hasta compara el cuerpo humano con un laboratorio químico.

        El conocimiento de la materia, incluyendo la que constituye nuestro cuerpo, está  apoyado en nuestros sentidos. El conjunto de estas sustancias forma el reino mineral y podemos decir que la parte corpórea de los seres de los distintos reinos -vegetal, animal, humano-, contiene las mismas sustancias que se llaman inorgánicas en el reino mineral.

        La materia inorgánica encuentra su expresión mas elevada en el cristal. Los conceptos químicos, físicos , matemáticos explican bastantes fenómenos del mundo físico -inorgánicos-, sean las formas, sea la transformación de diferentes formas de energía, sea la combinación de elementos simples en sustancias mas complejas.

         En el mundo inorgánico la relación entre causas y efectos es constante y permite establecer las llamadas "leyes de la naturaleza".

         Extrapolando las leyes descubiertas en los últimos siglos los astrofísicos establecen teorías sobre los fenómenos extraterrestres, afirmando la identidad de las leyes de la naturaleza en todo el Universo. Actitud para la cual no hubiera tenido valor un observador Griego o medieval.
  
         Cuando realizamos un estudio comparativo entre el mundo inorgánico con el reino vegetal, animal y humano, vemos que estos se diferencian de aquél por algo que denominamos vida.

          En el reino vegetal contemplamos fenómenos nuevos que el mundo mineral desconoce: reproducción, metabolismo, adaptación...
         Vemos que los elementos químicos constitutivos forman sustancias de estructura complicada y de gran labilidad química como la albúmina, DNA, RNA, ATP, etc. Los seres vivos tienen una existencia limitada en el tiempo: nacen y mueren. Una piedra no deja de ser la misma sino en virtud de fuerzas exteriores -y no propias, de su propia esencia-, que vienen a destruir o modificar su forma. Excepción hecha de los materiales radioactivos.

         Existe en los seres orgánicos algo mas allá  de la pura sustancialidad, que sustrae la materia a las leyes inherentes a su propia naturaleza. En el momento de la muerte ese algo deja de existir, o por lo menos deja de actuar. El cuerpo muerto pasa a ser cadáver y como tal su existencia vuelve a obedecer exclusivamente a las leyes inorgánicas: el organismo se descompone, pierde su forma y estructura específica y retorna al reino mineral del "polvo de la tierra".

        As¡, podemos afirmar, que los seres vivos siguen leyes alejadas de las leyes físicas y químicas del reino mineral.

        Cada planta tiene su forma, su silueta típica. Si podamos el follaje ella restablecerá  su forma característica. Hasta los seres mas evolucionados como los mamíferos y el hombre poseen esa facultad dentro de ciertos límites: una herida cicatriza, esto es, la forma original se restablece como si alguna fuerza plasmadora central dirigiese el comportamiento de los tejidos, regenerando en el sentido de volver al aspecto original.

        Podemos observar como los minerales realizan su existencia en el espacio, cuantitativamente, no teniendo ningún tipo de desenvolvimiento cualitativo -vamos a dejar de lado el fenómeno de la radioactividad o el envejecimiento de los metales-, en tanto que las plantas, animales, y el hombre tienen una evolución en el tiempo, es decir, cualitativa.

         El cristal es autosuficiente. Existe y dura por s¡ mismo. El organismo vivo necesita de influencias externas para su existencia. Luz solar, magnetismo y electricidad terrestres, agua, aire, minerales. De la corriente ininterrumpida de la respiración y nutrientes que sostengan su metabolismo. Todos ellos son factores imprescindibles para el crecimiento y todas las manifestaciones específicas de la vida.

         Todo cuanto hemos descrito hasta aquí no es nada nuevo para el lector acostumbrado a observar la naturaleza con ojos despiertos.

         La biología moderna intenta escamotear las diferencias entre los reinos inorgánico y orgánico afirmando que este es una continuación de aquel. A tales efectos invoca la existencia de seres orgánicos decadentes, los virus, que según ellos constituyen formas de transición.

         Para establecer una comparación eficiente lo ideal es examinar representantes típicos de los dos reinos. En tal caso la presencia de ese algo al que denominamos vida es innegable.        
         
          ¨¿Que es ese "algo"?. Doctrinas Vitalistas del presente y del pasado enseñan que existe una fuerza vital que interviene en los seres orgánicos. Claro que esta actitud, quizás sea apropiada para un filósofo, no es la adecuada para un científico. La Tradición Occidental, lo mismo que la oriental, asegura que los seres vivos poseen, además de su cuerpo mineral o físico, un conjunto de fuerzas vitales, individualizado y delimitado, igual a un segundo cuerpo, que inter-penetra el primero.
Ese segundo cuerpo esta formado por el conjunto de fuerzas que dan vida al ser e impiden a la materia seguir las leyes fís¡co-químicas normales. Llamamos a ese segundo cuerpo de fuerzas plasmadoras. También se denomina cuerpo vital

        Ese cuerpo no existe en los minerales sino de forma embrionaria, en potencia. Ese campo de fuerzas organiza las moléculas en los cristales y en los virus, mas no puede ejercer toda su potencialidad por carecer de elementos necesarios para ponerse plenamente de manifiesto, como son el agua, estructuras en espiral, etc.

        As¡ como el cuerpo físico está  constituido por sustancias físicas el cuerpo vital toma su "sustancia" del "campo de vida - life fields- que se encuentra por doquier, y que algunos experimentos han puesto de manifiesto. 

       El Cuerpo Vital puede ser observado. Su existencia puede ser evidenciada. En primer lugar por aquellas personas poseedoras de un cierto grado de clarividencia y en segundo lugar por medio de experimentos de laboratorio como son las cristalizaciones sensibles del Dr. Pfeiffer con el auxilio de disoluciones de Sulfato de Cobre.

          En todos los seres vivos asistimos a un proceso continuo de mineralización, cuya presencia en el cuerpo humano puede ser observada fácilmente y que constituye una disminución progresiva de las fuerzas del cuerpo vital, hasta el momento de la muerte, que marca el triunfo de las fuerzas mineralizantes.

          Desde hace mucho tiempo se dijo que vivir es un morir constante. Basta comparar un niño y un anciano para comprender la verdad de esta afirmación. En el recién nacido el Cuerpo Vital está  al máximo. Su cuerpo es blando, elástico. Las funciones psíquicas aun no se han desarrollado y la criatura vive entregada a sus funciones vitales y vegetativas. En el anciano el cuerpo esta  desvitalizado, rígido, deshidratado. Las funciones vitales se han reducido y sujeto a estados patológicos -atrofia, esclerosis-. En contra partida las funciones mentales, la circunspección, el dominio de s¡, están plenamente desenvueltos, alcanzando su punto culminante en la serenidad y la sabiduría contemplativa de la vejez -suponiendo que la debilidad física no sea un impedimento-.

        Las fuerzas del Cuerpo Vital son negantrópicas, opuestas a la tendencia general de aumento de la entropía -segunda ley de la termodinámica-.

        La manifestación de las fuerzas del Cuerpo Vital está  ligada al agua y a las estructuras en espiral. No existe vida sin agua. Al menos en la forma de expresión en que ahora conocemos la vida. Volviendo a nuestro anterior ejemplo vemos como el niño contiene proporcionalmente mucha mas agua, en su cuerpo, que el anciano.
  
        Los propios depósitos -cálculos, artrosis, arteriosclerosis- constituyen solidificaciones donde el organismo, plenamente vitalizado, debe contener únicamente líquidos, coloides, u otras formas plásticas y maleables.

        Resumiendo: la planta, y por extensión el animal y el hombre aparecen formados por substancias físicas -materia-, que se dispone en el espacio siguiendo las fuerzas del Cuerpo Vital. Mientras que los campos de fuerzas conocidos son estáticos, el Cuerpo Vital además de conferir formas provoca la dinámica adecuada para poner de manifiesto otro tipo de impulsos como veremos mas adelante.

        El Cuerpo Vital puede actuar en el espacio y en el tiempo.

        Veamos, a continuación, si podemos establecer diferencias entre el reino vegetal y el reino animal y humano.

        Una simple observación nos puede revelar los siguientes hechos: tanto el animal como la planta viven, tienen vida. Pero mientras que la planta se nos aparece como un ser adormecido, en estado de sueño, el animal vive bastante tiempo en estado de vigilia, caracterizado por una conciencia que ya se manifiesta en los animales mas primitivos. El animal pasa por estados alternativos de sueño y de vigilia. En este último siente, reacciona, se desplaza en el espacio. Tiene impulsos que decimos instintivos: procura su alimento, su cobijo, su deseo sexual. Manifiesta reacciones de atracción-simpatiía-, y de repulsión -antipatía-. Puede "aprender".

        En este contexto vamos a desestimar ciertas manifestaciones de la planta que recuerdan funciones típicamente animales, como por ejemplo tropismos, ciertos reflejos como en las carnívoras, etc.
  
        Lo que aquí tratamos de destacar no es el mecanismo en s¡, sino el grado de vigilia que lo acompaña. No tenemos la menor prueba del grado de conciencia de la planta. La capacidad de reacción de la planta ante ciertos estímulos denota sensibilidad, mas no conciencia.

        Podemos decir que la planta está  abierta: la superficie de la hoja -elemento esencial constitutivo de la planta- de acuerdo con el genial descubrimiento de Göethe, está  expuesta y permeable a las fuerzas exteriores. Ella no tiene "vida interior". El animal nos aparece mas cerrado, mas aislado del mundo exterior. En el la Vida ha iniciado su proceso de independizarse. En el existe una especie de espacio interior que no es sólo físico -estructuración del sistema del cuerpo, órganos, división del trabajo-, sino también anímico.
        
          En el animal existe un mundo interior propio de reacción, instintos, actitudes, con lo cual ocupa un lugar aislado dentro de la naturaleza, en tanto que la planta se halla integrada al mundo, siendo en cada momento atravesada por las influencias de este.

           Desde el momento del nacimiento el animal contiene todos sus órganos. La planta los va desarrollando en el tiempo. El animal crece en tamaño, mas  no en diversificación.

            Todos los fenómenos que diferencian al animal de la planta están ligados a la existencia de un vehículo que no existe en las plantas mas que de modo muy rudimentario, en potencia..


            Este vehículo es el que permite a los animales tener sensaciones, reflejos, simpatías y antipatías, instintos y pasiones. En el hombre hace posible toda la gama del sentir, desde el instinto mas  primitivo hasta los sentimientos mas nobles.

            También este vehículo aparece como un cuerpo a la mirada del clarividente. Posee una "sustancialidad" mas refinada que el Cuerpo Vital. A este cuerpo se le suele denominar cuerpo de sentimientos. En este contexto lo denominaremos alma para expresar el factor diferencial entre vegetal y animal. Alma instintiva.

            Este vehículo al que hemos denominado alma es "superior" al Cuerpo Vital y lo domina. Provoca en el cuerpo físico y en el Cuerpo Vital la especialización de funciones que se traduce en órganos huecos.

            En tanto que la hoja es plana, bidimensional, el cuerpo de cualquier animal contiene espacios tridimensionales vacíos cuya primera aparición se produce en el estado de gástrula del embrión. Estos vacíos, desde tiempos remotos, fueron puestos en relación con el aire. Podemos establecer paralelos interesantes entre las palabras latinas: anima=alma, animal=viento -aire- soplo. En la Biblia se relata como el Creador infundió un soplo. Los animales superiores poseen la facultad de manifestar sus estados anímicos por la voz, el grito, utilizando para esto el aire.
      
            Cuanto mas se aparta el animal de las funciones puramente vegetativas -que lo aproximan a la planta- mas pasa el elemento aire al dominio de su vida. Podemos comparara animales mas" despiertos" como los pájaros, los lagartos, con animales mas "dormidos", somnolientos, tales como los gusanos, las vacas, en las que la preponderancia de lo vegetativo se traduce en un cuerpo mas viscoso, dominado por procesos viscerales.

             Dijimos que el animal es mas independiente del mundo. Para ello el animal actúa en tres dominios:



             1.- Se mueve en su ambiente. Ello le permite ocupar el lugar mas adecuado para la realización de su vida instintiva: hambre, sexo, sueño, fuga...

             2.- Emplea un sistema sensorial y nervioso que establece el contacto con el mundo - trabajos de Uexkül-.

             3.- Vive una cierta conciencia. Esta conciencia le hace actuar de forma típica, característica de cada especie. No se trata de una conciencia lúcida, individual. Todos los miembros de una misma especie se comportan de un modo muy semejante. Observamos un comportamiento como si un impulso grupal orientase su vida. Por eso la tradición no atribuye a los animales un alma individual, pero si un alma para cada grupo o especie, que se pone de manifiesto a través de cada animal en concreto.

          Hablando del alma humana el clarividente mas avanzado observa que su aspecto depende de los sentimientos que dominan en el individuo observado. El vidente habla de una coloración, si bien no se trata de colores físicos. Cuanto menos egoístas los sentimientos, mas  claridad. Este halo que percibe el vidente también se le denomina aura. Los pintores del pasado representaban el cuerpo y la cabeza de las personas santas envuelto en un aura clara y luminosa.

          As¡ el animal tiene un  alma sensible, instintiva, mas no racional ni consciente de si misma -autoconsciente-.                                                  

          Veamos las diferencias entre hombre y animal. ¨¿Es el hombre un animal mas  evolucionado?. ¨¿O el hombre está  dotado de algo mas que el animal y lo diferencia de el?. La tradición afirma que es un ser básicamente diferente del animal.

          En efecto, los animales no tienen alma individual. Son dirigidos por el alma-grupo. Por eso observamos diferencias muy poco significativas entre los animales de una misma especie.

          En el hombre aparece la verdadera individualización. Cada hombre es único, incluso a nivel de estructura de sus proteínas. Cada uno es diferente de los demás  seres humanos. Singular. Único. Este hecho, incontrovertible se pone de manifiesto en múltiples detalles como pueden ser las huellas digitales.

          Sólo el hombre tiene conciencia de si mismo, autoconciencia, que le permite tener plena noción de si, frente al mundo. Ello supone una serie de facultades que no encontramos en el animal:

          1.- El hombre puede pensar: puede representarse de manera abstracta sus vivencias sensoriales y formarse conceptos e ideas. Podemos enseñar a un ratón a recorrer un laberinto. Solo el hombre puede, una vez recorrido un cierto trayecto, sentarse junto a una mesa, representarse interiormente la imagen abstracta del laberinto y hacer de el un dibujo e incluso descubrir la fórmula matemática que permita su representación en unas líneas de coordenadas, en el plano y en el espacio.

         Cualquier abeja construye a la perfección celdas hexagonales: mas sólo el hombre puede comprender las relaciones geométricas y el principio de construcción de un hexágono regular.

         2.- El animal está entregado a sus sensaciones y sentimientos de un modo determinista. Cesada la causa que provocó la sensación o el sentimiento cesa también‚ el estado anímico. El hombre posee la duración de los sentimientos aún cuando cese la causa. Es mas, el puede vivir o hasta provocar un sentimiento por una pura representación. Es evidente que todos podemos presentir los goces gastronómicos por la simple imaginación de un suculento manjar.

        3.- El hombre posee memoria. El animal no. Afirmación que parece al menos temeraria cuando se piensa en la alegría de un cachorro cuando vuelve su dueño después de una ausencia prolongada. No se debe confundir la memoria con el acto de reconocer. En el caso del animal, la sensación no se repite sin la presencia del mismo motivo. La presencia del dueño provoca siempre y cada vez la misma reacción. Pero para ello es necesaria la presencia del motivo. El cachorro puede hasta sufrir cuando le falta esa presencia.

        Tan sólo el hombre puede representarse formas de imágenes interiores, un ser o una situación de las cuales ya no hay vestigios. La memoria como facultad de retornar conscientemente, voluntariamente, a cualquier situación vivida es una facultad exclusivamente humana.

        4.- De las facultades descritas nace la posibilidad que tiene el hombre de librarse de las influencias del medio aislándose por completo para poder resistir a las mismas.

        Ningún animal puede dominar sus instintos de un modo libre y voluntario, mediante una decisión autónoma.

        El hombre puede dominarse. Puede renunciar a un placer o a la satisfacción de un deseo. El puede considerar varios motivos, representarse las consecuencias de un acto. Eso le es imposible al animal.

        5.- Únicamente el hombre puede tener la libertad de elegir, de escoger conscientemente entre varios actos posibles. El puede elegir moral o inmoralmente. El animal sigue reglas fijas en orden a sobrevivir como especie y como individuo, predeterminadas por las características de la especie. No se le puede exigir responsabilidad.

        Así posee el hombre un centro autónomo de su personalidad que constituye lo principal de su esencia y de lo cual puede tener una experiencia directa. Cuando el hombre habla y dice YO, si sabe lo que dice, expresa su autoconciencia. El hombre puede tener conciencia de la conciencia. Pensar y ser muy consciente de lo que piensa o proceder de modo automático.

        La autoconciencia, el YO, expresa la verdadera esencia del hombre. La tradición denomina Espíritu a este factor diferencial en relación con los animales.

        Mas allá  del cuerpo físico, del cuerpo de Vida y del alma instintiva el hombre posee un  cuarto elemento constitutivo de su identidad: su YO.

        Cuerpo físico, cuerpo de vida, alma instintiva, alma racional, alma consciente, espíritu,  forman una unidad: el hombre, la persona.



LA PERSONA
 
                     CUERPO FISICO VIVO
                     ALMA
                     ESPIRITU    



UNIDAD INSEPARABLE
 
 



        El mineral, la planta y el animal son creaciones. El hombre es creación y creador. El continúa la obra de la creación. Como pensador, filósofo o artista el agrega al mundo algo nuevo. La libertad que poco a poco puede conquistar y va conquistando está  en oposición al determinismo unilateral

        El hombre, muy inferior a los animales en cuanto a las posibilidades de su cuerpo, evoluciona sobre todo por el perfeccionamiento de sus facultades anímicas, morales y mentales.

        El alma, distinta de la corporalidad y del YO constituye un elemento de ligazón entre el YO y el mundo. Del mismo modo el cuerpo Vital es el puente entre el alma y el cuerpo físico.

        El alma posee facultades que aparecen gradualmente en el correr de la historia. El alma se manifiesta en tres formas:

        A) Alma sensible o de las sensaciones: ella conduce a la vivencia de una impresión sensorial determinada. A través del alma sensible el hombre vive el mundo.

        B) Alma de intelecto. Por medio de ella el hombre formula pensamientos. Pone en orden las sensaciones recibidas, aprehende el mundo construyendo un mundo interno de ideas. La abstracción, el pensar conceptual, son el resultado de ese alma. Ciencias artes, Filosofía, técnica, etc son sus frutos.

        C) Alma consciente. Conduce al hombre a la conciencia de su propia individualidad. Al choque entre su YO y el mundo. En su duro trabajo debe restablecer la ligazón, la unión entre la espiritualidad individual y la espiritualidad universal.

        En la historia individual y en la historia universal el hombre va desenvolviendo estos tres tipos de alma, que en realidad no son sino una en diferentes grados evolutivos y distintas manifestaciones.

        De la observación sensible y suprasensible la Tradición nos transmite esta imagen del hombre que de un modo resumido hemos expuesto. Cuádruple por un lado y triple por otro.

        Es el hombre una unidad indivisible. El hombre no tiene un cuerpo como sugieren las escuelas orientalistas. Es, también, un cuerpo.
Esta unidad, indivisible sin dejar de ser hombre, está  claramente expresada en el evangelio con el hecho de la RESURECCION. No con la Reencarnación, doctrina que no compartimos y tan extendida en medios naturistas y afines.

        Nuestro concepto de salud integral está  estrechamente unido a la imagen del hombre que hemos expuesto. Podría enunciarse como armonía entre estos constituyentes. Con los demás hombres, con los demás reinos de la naturaleza, con el Cosmos. Y sobre todo y en primer lugar como armonía con el Creador.


        También podríamos definir la armonía como tendencia hacia la Unidad, viviendo cada vez mas el Amor, la Responsabilidad, haciendo consciente lo que es inconsciente, subconsciente o supra-consciente.

        El cuerpo vivo, para mantenerse con salud, exige alimentación sana. racional, equilibrada, y contacto con las energías del Cosmos: solar, lunar, telúrica, etc. Exige reposo, ejercicio, limpieza, etc.

        El alma humana demanda pensamientos claros, realistas, operativos. Afectividad sana, equilibrada, voluntad firme, poderosa.

        El espíritu empuja al amor responsable, a la vivencia de una vocación realizadora y creativa, a la búsqueda del sentido de la vida con una orientación trascendente. A la búsqueda lo más consciente posible de la VERDAD, la BELLEZA y el BIEN.

        Desde el cuerpo físico las fuerzas instintivas, inconscientes, de carácter animal, tratan de aflorar y hay que saber canalizarlas sabiamente.

        Las fuerzas de los hábitos, deseos, ilusiones reprimidos empujan desde el cuerpo Vital, donde tienen su sede los impulsos subconscientes. El alma humana está continuamente bombardeada con estas tendencias, que hemos de saber orientar constructivamente.

        Desde el supraconsciente -influencia del espíritu sobre el alma- surgen impulsos de libertad responsable, de creatividad, impulsos vocacionales de los cuales hemos de ser conscientes y prepararnos para ponerlos en acto.

        El canalizar el impulso del espíritu solo es posible desde la vivencia del YO consciente instante tras instante. Todo un trabajo, enormemente importante para tener salud.

        Todos los impulsos que se introducen en la vida anímica desde los otros sustratos y no son bien resueltos, bien canalizados conscientemente, son amenazas de enfermedad.

        As¡ mismo, factores traumáticos externos. Climáticos, radiaciones, campos energéticos de todo tipo pueden generar patología.

        Resumiendo, podemos decir que la fuente endógena de la perdida de salud proviene de los impulsos del inconsciente, subconsciente y supraconsciente no canalizados debidamente. Se producen disfunciones en el sistema neuro-endocrino generadores de trastornos metabólicos causa de toda suerte de toxemia y desequilibrio.

        A ello hay que añadir los factores exógenos. Alimentación con toxemia, atmósfera polucionada, sedentarismo, exceso de trabajo, etc. son factores que también alteran la homeostasis.

       La posibilidad equilibradora reside en el YO con su enorme sabiduría. El YO puede movilizar en la dirección adecuada la fuerza curativa, regeneradora, restauradora del cuerpo  vital. Hemos de saber ayudar a la VIX MEDICATRIX utilizando los recursos que la naturaleza pone a nuestra disposición. Tomar conciencia de los conflictos a nivel anímico y poner los medios para resolverlos. A  veces será necesario un gran cambio de hábitos mentales, afectivos y de conducta para poder recuperar la salud perdida.

       En nuestro concepto de desintoxicación la limpieza del cuerpo ha de ir unida a la LIMPIEZA DE CORAZON en el sentido empleado por Cristo en el Sermón de la Montaña.

       Un candidato a naturista puede comer alimentos muy biológicos y compatibles, de un modo racional y equilibrado, mas si su corazón no está  limpio de ira, envidia, ambición excesiva, soberbia, etc. todo lo que coma se le convertir  en puro veneno. "No ensucia al hombre lo que le entra por la boca, sino lo que sale de su corazón, eso ensucia al hombre". Son palabras de Cristo que leemos en el Evangelio de Mateo. Son palabras sabias que constituyen todo un programa a intentar vivir.

      Enunciados los principios en los que basamos nuestro trabajo vamos a dedicar el próximo capítulo a exponer sucintamente el estudio tripartito del ser humano.


CUESTIONARIO

1.- ¿Un virus, esta vivo?....................................................SI..[  ]… NO…[  ]
2.- ¿Tiene alma un rosal?...................................................SI..[  ]…NO…[  ]
3.- ¿Qué tipo de alma tiene un perro?.......SENSIBLE..[ ]INSTINTIVA..[  ]
4.- ¿Es lo mismo alma que espíritu?..................................SI..[  ]...NO….[  ]
5.- Describe brevemente que es la salud:




6.- Enumera cinco factores importantes que intervienen en la salud:


7.- ¿El cuerpo Vital que confiere al ser:


8.- ¿Puede pensar un perro?..............................................SI…[  ]…NO..[  ]
9.- ¿Y un delfín?................................................................SI...[  ]….NO..[  ]